Agenda aeronáutica de Córdoba
*2 de abril de 2021 - Regresa ruta Córdoba - Jujuy por Aerolíneas Argentinas.
domingo, 12 de junio de 2011
Donde hubo aviones, cenizas quedan
La llegada de la nube de cenizas a Buenos Aires cambio brevemente (pero por completo), la rutina de todos los aeropuertos del país, afectando también a algunos del Uruguay y Brasil inclusive.
Analicemos la situación. Buenos Aires es el gran nudo de distribución de vuelos de Argentina, y también recibe un gran porcentaje del caudal de vuelos internacionales de todo el mundo. Es decir, que si bien los aeropuertos no permanecieron cerrados, la mayoría de las compañías (por no decir todas), eligieron cancelar todos sus vuelos, para asi evitar cualquier “sorpresa” en vuelo y garantizar la seguridad de sus pasajeros. Esto hizo que un número incalculable de personas sean perjudicadas, y la imagen de gente mirando monitores de información de vuelo sentada sobre sus valija y con cara de incertidumbre, se multipliquen en muchas aeroestaciones.
En el caso puntual de Córdoba, el día jueves ya fue un día raro. La plataforma lucia con pocos aviones obviamente, y los que estaban, lo hacían con sus motores tapados por cobertores que en teoría evitarían cualquier tipo de ingreso de ceniza volcánica, ya que en esa jornada, los meteorólogos habían detectado la presencia de la misma a gran altura. Pero si había algo que llamaba poderosamente la atención (y que no pasaba desapercibido), era el silencio.
En horas del mediodía, lo único que se podía escuchar eran las charlas del personal de rampa, seguridad, y toda persona que le tocaba cumplir su turno en ese día. Algo raro estaba pasando en el aeropuerto, pero en realidad de raro no tenia nada, ya que todos estaban al tanto de la situación. Sin embargo, esa calma se rompió en parte durante el arribo del ruidoso Gulfstream II matricula N4NR, que se había animado a salir a volar, y que había arribado procedente de Santa Fe.
Como fue comentado en los post anteriores, sobre la noche de esa jornada llego la primera alternativa (un Airbus A340), y el panorama comenzó a transformarse de un momento a otro.
De la calma se paso a un movimiento intenso, y cada uno cumpliendo su rol le dio al Taravella ese grado de excitación que hace que cada aeropuerto sea un mundo aparte, y por eso un ambiente diferente a cualquier otro.
En la madrugada de viernes, los aviones “grandotes” como algunos dicen, continuaron llegando, y el personal de migraciones y aduana duplico sus esfuerzos para lograr atender a la enorme demanda, y para ser peor, no se tenia ni un mínimo estimativo de hasta que punto podría llegar, ya que el tema ceniza es justamente algo impredecible.
Cuando el sol apareció en la fresca mañana de viernes, la imagen que el aeropuerto de camino a Pajas Blancas mostraba era muy distinta a cualquier día. Los aviones de cabotaje tipo 737, MD o CRJ, se habían transformando en enormes A340, B747 y B767. La plataforma era una obra de arte hecha por cualquier spotter que quisiera ver aviones grandes. ¿Spotters dijimos? Si, de esos hubo más de uno en esas horas. Porque toda persona que ingresaba a su turno, o el que también lo dejaba, se tomaba su espacio de tiempo para con su celular, cámara pequeña o mediana, tomarle una foto a este inusual aeropuerto Córdoba. Y si hubo alguien que se “robo” todas las fotos fue el Boeing 747, el Jumbo, o como es muy común escuchar en nuestra querida docta, “el iumbo”.
Las coordinaciones entre el personal de ANAC y AA2000 (que son los encargados de ese asunto), fueron constantes. Hubo porque no, que apelar de nuevo a las carpetas para recordarle a la memoria nuevamente ¿Cuánto debía medir ese avión para que entre en esa posición? Pero repetimos. Este fue un día distinto de alternativas, porque cuando esto ocurre, normalmente es la niebla en Buenos Aires la protagonista, y uno realmente sabe que cuando el sol sale, la posibilidad de que la misma se extinga va aumentando progresivamente. Y en este caso, esa “bendita” ceniza seguía merodeando el cielo porteño.
Ni hablar cuando varios rumores comenzaron a sonar en los pasillos del Taravella. Que Ezeiza trasladaría todos sus vuelos reprogramados a Córdoba, que a la tarde venian un Copa y 767 de LAN Perú, fueron algunas de las cosas que se escucharon a lo largo del día. Sin embargo, ya se sabia que de haber continuado llegando alternativas, el rodaje Alfa iba a ser el elegido para estacionar a las mismas, y en caso de saturarse, la pista 05-23 seria otra buena opción de aparcamiento. Una imagen que describe perfectamente lo que fue este día, fue la del Airbus A340-300 de Iberia ocupando una posición que normalmente utilizan aviones tipo CRJ o A320.
Así pasó este día inolvidable para todos (para bien o para mal), eso es discutible, pero que será recordado durante mucho tiempo no tenemos ningun tipo de dudas.
Analicemos la situación. Buenos Aires es el gran nudo de distribución de vuelos de Argentina, y también recibe un gran porcentaje del caudal de vuelos internacionales de todo el mundo. Es decir, que si bien los aeropuertos no permanecieron cerrados, la mayoría de las compañías (por no decir todas), eligieron cancelar todos sus vuelos, para asi evitar cualquier “sorpresa” en vuelo y garantizar la seguridad de sus pasajeros. Esto hizo que un número incalculable de personas sean perjudicadas, y la imagen de gente mirando monitores de información de vuelo sentada sobre sus valija y con cara de incertidumbre, se multipliquen en muchas aeroestaciones.
En el caso puntual de Córdoba, el día jueves ya fue un día raro. La plataforma lucia con pocos aviones obviamente, y los que estaban, lo hacían con sus motores tapados por cobertores que en teoría evitarían cualquier tipo de ingreso de ceniza volcánica, ya que en esa jornada, los meteorólogos habían detectado la presencia de la misma a gran altura. Pero si había algo que llamaba poderosamente la atención (y que no pasaba desapercibido), era el silencio.
En horas del mediodía, lo único que se podía escuchar eran las charlas del personal de rampa, seguridad, y toda persona que le tocaba cumplir su turno en ese día. Algo raro estaba pasando en el aeropuerto, pero en realidad de raro no tenia nada, ya que todos estaban al tanto de la situación. Sin embargo, esa calma se rompió en parte durante el arribo del ruidoso Gulfstream II matricula N4NR, que se había animado a salir a volar, y que había arribado procedente de Santa Fe.
Como fue comentado en los post anteriores, sobre la noche de esa jornada llego la primera alternativa (un Airbus A340), y el panorama comenzó a transformarse de un momento a otro.
De la calma se paso a un movimiento intenso, y cada uno cumpliendo su rol le dio al Taravella ese grado de excitación que hace que cada aeropuerto sea un mundo aparte, y por eso un ambiente diferente a cualquier otro.
En la madrugada de viernes, los aviones “grandotes” como algunos dicen, continuaron llegando, y el personal de migraciones y aduana duplico sus esfuerzos para lograr atender a la enorme demanda, y para ser peor, no se tenia ni un mínimo estimativo de hasta que punto podría llegar, ya que el tema ceniza es justamente algo impredecible.
Cuando el sol apareció en la fresca mañana de viernes, la imagen que el aeropuerto de camino a Pajas Blancas mostraba era muy distinta a cualquier día. Los aviones de cabotaje tipo 737, MD o CRJ, se habían transformando en enormes A340, B747 y B767. La plataforma era una obra de arte hecha por cualquier spotter que quisiera ver aviones grandes. ¿Spotters dijimos? Si, de esos hubo más de uno en esas horas. Porque toda persona que ingresaba a su turno, o el que también lo dejaba, se tomaba su espacio de tiempo para con su celular, cámara pequeña o mediana, tomarle una foto a este inusual aeropuerto Córdoba. Y si hubo alguien que se “robo” todas las fotos fue el Boeing 747, el Jumbo, o como es muy común escuchar en nuestra querida docta, “el iumbo”.
Las coordinaciones entre el personal de ANAC y AA2000 (que son los encargados de ese asunto), fueron constantes. Hubo porque no, que apelar de nuevo a las carpetas para recordarle a la memoria nuevamente ¿Cuánto debía medir ese avión para que entre en esa posición? Pero repetimos. Este fue un día distinto de alternativas, porque cuando esto ocurre, normalmente es la niebla en Buenos Aires la protagonista, y uno realmente sabe que cuando el sol sale, la posibilidad de que la misma se extinga va aumentando progresivamente. Y en este caso, esa “bendita” ceniza seguía merodeando el cielo porteño.
Ni hablar cuando varios rumores comenzaron a sonar en los pasillos del Taravella. Que Ezeiza trasladaría todos sus vuelos reprogramados a Córdoba, que a la tarde venian un Copa y 767 de LAN Perú, fueron algunas de las cosas que se escucharon a lo largo del día. Sin embargo, ya se sabia que de haber continuado llegando alternativas, el rodaje Alfa iba a ser el elegido para estacionar a las mismas, y en caso de saturarse, la pista 05-23 seria otra buena opción de aparcamiento. Una imagen que describe perfectamente lo que fue este día, fue la del Airbus A340-300 de Iberia ocupando una posición que normalmente utilizan aviones tipo CRJ o A320.
Así pasó este día inolvidable para todos (para bien o para mal), eso es discutible, pero que será recordado durante mucho tiempo no tenemos ningun tipo de dudas.
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1 comentario:
hola muy buen reporte de arribos a cordoba. Me gustaria saber si tenes idea si hay algo para Rosario, cualquier cosa mi mail es. santiago.airmaiden@hotmail.com y tambien tengo mi blog aereo.
http://aerolinearosario.blogspot.com/
saludos!
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