Por primera vez experimentábamos el servicio de LAN Argentina, por lo que era algo novedoso para nosotros. Nuestro avión, el Airbus A320 LV-BFY.
El vuelo que inicialmente estaba programado para las 10:50hs, lo termino haciendo casi una hora mas tarde, por el habitual control de afluencia en la FIR Ezeiza, que nos obligaba despegar recién a las 11:40hs para cumplimentar nuestro SLOT (hora de paso por Marcos Juárez, y entrada al otro FIR).Comenzamos el push-back desde la posición 2, siempre disfrutando de tener como vecino en la manga norte al enorme Airbus A340-300 de Iberia. Rodamos por línea central de plataforma hasta 90º de pista 05, cabecera por la cual decolaríamos hacia el Aeroparque J. Newbery. Rotamos, y viramos por derecha para incorporarnos al radial de salida (todo esto puede ser visto en el video, al igual que la llegada).
A los 15 minutos de decolados, y ya alcanzados el nivel 350 con el cual volaríamos, se dio comienzo al servicio de a bordo (catering). El mismo consistía de galletitas saladas de jamón y queso, una deliciosa galleta grande de limón, y un alfajor de chocolate. Todos los productos eran de la marca Havanna. En cuanto a las bebidas, podíamos optar entre Coca Cola, Sprite, agua, o café.
El vuelo tuvo una ocupación de entre 85 y 90%. 
La aeronave dejaba ver cuan usada es a diario, ya que en los asientos se observan cueros gastados, algo similar a lo que pasaba con ventanillas.El entretenimiento a bordo consistía en la revista IN, y en los videos institucionales de la compañía y de humor, que podían ser vistos en pantallas que se desplegaban desde el techo del avión. Cabe destacar que algunos de estos videos estaban algo rayados, por lo que su óptima visualización se dificultaba en cierta parte.
La hora y cinco minutos que duro el vuelo fue tranquila y armoniosa, y con muy poca turbulencia, ya que las condiciones meteorológicas eran sumamente favorables.
En nuestro descenso a Buenos Aires, y a la altura de Escobar/Campana/Echeverria, observamos a nuestra derecha algo de ceniza residual que había quedado en capas bajas de la atmosfera desde el día anterior.
El aterrizaje fue por pista 13, y así se dio por terminado el vuelo, aunque no queremos olvidar un pequeño detalle, que por más pequeño que sea, sirve como para hacer diferencia con otros vuelos que hemos abordado. Al llegar a destino, en ningún momento la tripulación nos dijo el típico y protocolar “bienvenidos a la ciudad de Buenos Aires” mediante micrófono, sino que el silencio fue la única señal de que el servicio ya había terminado en su totalidad. Algo frío para nuestro gusto.Video-resumen del vuelo:
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