De aquel día, todavía recordamos el olor a nuevo que la aeronave tenia en su interior. Por supuesto, si era (dicho vulgarmente), un 0 km.
Por esas cosas de la vida, y tres años luego, el LV-BYY ahora bautizado “Virgen de San Nicolás”, iba a ser el avión que nos llevaría de Buenos Aires a Puerto Iguazú en una 1 hora y 30 minutos.
El vuelo AR 1734 se inicio despegando por la cabecera 13 del Jorge Newbery, y segundos después ya nos encontramos inmersos en una espesa nubosidad, que no se termino de penetrar, hasta alcanzar recién el FL 200.
El catering consistió en la famosa cajita feliz, y la revista Alta estaba disponible para leer. El porcentaje de ocupación del vuelo era de un 95%, y como siempre ocurre en esta ruta, los extranjeros ansiosos por conocer las Cataratas, coparon el avión.
El aterrizaje en Iguazú fue por la pista 31, y muy a lo lejos pudimos observar lo imponente de una de las siete maravillas del mundo.
El resumen del vuelo en fotos y video, aquí abajo:
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