Es que esta crisis social nos toca muy de cerca a todos los cordobeses, e inclusive a aquellos del resto del país que tienen algún ser querido en nuestras tierras.
Lo que empezó como una disputa salarial entre las fuerzas policiales y el gobierno provincial, termino desencadenando un estallido en las calles en la tarde de martes y sigue hasta este miércoles, luego de una noche realmente de terror.
Podría compararse con otras épocas, pero hay una pequeña y gran salvedad. Esta vez la cosa es bien distinta a antecedentes como el “Cordobazo” o la crisis por el hambre del 2001. En esta ocasión, es un estallido de la delincuencia. Lisa y llanamente eso. Personas (si así se los pudiera llamar), con ganas de crear el daño, y si encima se pudiere, también de robarse un televisor LCD, un microondas, un carrito para bebes o una caja de vino al grito de “tenemos hambre” o “ándate De la Sota”. Qué locura.
Pavada de problema tenemos frente a nosotros. Gente que se ríe de la gente robándose algo más que un electrodoméstico. Robándose las ilusiones del pueblo trabajador, del decente, del mismo que sale a la mañana bien temprano a ganarse el pan y a enfrentarse con los problemas propios de cada día.
Una sociedad claramente dividida entre la gente buena y la gente mala tenemos hoy en nuestra docta. Si, así como en las películas de cine. El bueno y el villano. Pero el villano no es villano solo en un saqueo. Es el mismo que en la semana se mofa de la convivencia al ritmo del celular “a todo lo que da” en el colectivo, el mismo que los sábados a la noche cuando vuelve a su casa (como puede) aprovecha y tira una piedra a una vidriera, o si les gusta “vite”, roban alguna cartera o violan alguna mujer. Porque ellos son así, ¿o no “guacho”?
Eso sí. A la hora del cobro del plan social o de cortar una calle, ahí si se acuerdan de las leyes y los derechos humanos. Firmes como rulo de estatua. Como corresponde.
Por estos minutos los robos a comercios y casas particulares se suceden en todos los barrios de Córdoba, luego de una noche en donde sirenas, gritos, y tiros fueron el predominante común.
Bienvenidos a la ley de la selva señores. Sean ustedes invitados a la anarquía en pleno año 2013. La delincuencia se apodero de Córdoba. Mañana quizás sea del país. Cuiden a los suyos, porque a nosotros ya no nos cuida nadie.
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