Cuando un fanático de la aviación, la fotografía, y el registro de matriculas (ahora más conocido como spotter), se adentra en este apasionante hobby, sueña con pisar y fotografiar en un lugar UNICO en el mundo.
Así como el que juega al futbol sueña con jugar un mundial, o el que le gusta la música desea con actuar en los mejores escenarios, el spotter daría lo que fuera por viajar alguna vez al famoso aeropuerto Princess Juliana de la isla de Saint Maarten.
Como creemos que los gustos hay que dárselos en vida, y que hay que luchar por conseguir los sueños (por más difíciles que a veces parezcan ser), decidimos viajar desde nuestra Córdoba natal hacia esa pequeña porción de tierra que yace en el medio del mar Caribe. Muy pero muy lejos de nuestra casa.
Esta remota isla que visitamos está dividida en dos. Una mitad pertenece a Francia y se llama Saint Martin, y la otra mitad es propiedad de Holanda y se conoce como Saint Maarten. Entre las dos partes suman 75.000 habitantes, y cada lado tiene su propio aeropuerto.
Del lado francés el aeropuerto se llama Grand-Case Espérance y tiene un tránsito mayormente de aeronaves livianas tipo Cessna y Piper. Además ahí operan algunas compañías como Air Caraibes en ATR 72, o St. Barth Commuter en Cessna Caravan. Esta ultima al igual que Winnair en sus Twin Otter son una “peste” en el radio de islas que integran Saint Maarten, Saint Barth y Anguilla. Literalmente van y vienen a cada rato, y en todo momento se ve una aeronave de estas compañías llegando o saliendo. Un verdadero puente aéreo.
Del lado holandés esta lo mejor sin dudas. El mítico aeropuerto que desparrama fotos y videos por todas las webs aeronáuticas, y que muestra como aviones aterrizan a muy baja altura sobre una playa repleta de gente, y con un mar turquesa de fondo.
Si tenemos que dar una opinión acerca de que si lo que se ve en internet es tan así en persona, la verdad es que no. Lo que se vive estando ahí supera ampliamente en lo espectacular a lo que se ve en fotos. Si el paraíso aeronáutico existe, creemos que lo conocimos, y que está en el aeropuerto Princess Juliana de Saint Maarten.
A partir de hoy empezaremos a mostrar y compartir durante varias semanas (y quizás meses también), la enorme cantidad de material que trajimos desde allí.
Así y todo, seguramente no habrán informes que alcancen para poder hacer sentir todo lo que un spotter puede llegar a experimentar en ese lugar. Nada podría ser más perfecto, y seguramente no tendrá punto de comparación con ningún otro aeropuerto del mundo, por más intenso tráfico y facilidades pueda tener.
Este primer post es solo una introducción de lo que vendrá, que esperemos por supuesto, llene sus expectativas.
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