La unión hace la fuerza en Coronel Olmedo

Desde el pasado 27 de abril el aeroclub de barrio Coronel Olmedo de Córdoba vive un drama aeronáutico.
Después de una inspección inesperada de ANAC en aquella jornada, el aeródromo quedo oficialmente clausurado, aunque de inesperada, la clausura tuvo poco.

Tanto los socios del aeroclub como los usuarios en general del aeródromo, venían reclamando desde hace más de un año el deterioro gradual de la pista, y la inseguridad de las operaciones en la misma, por el constante robo de los alambrados perimetrales.
Esta decadencia generalizada del aeródromo, y la falta de respuestas ante los reclamos de quienes son los encargados (en teoría), de escuchar a los pedidos de mantenimiento, termino desencadenando en la clausura (en principio), por tres meses del aeródromo.
La decisión estaba al caer, y ya consumada la definición de no levantar la medida hasta en tanto y en cuanto no se realicen mejoras en las zonas antes detalladas, el cierre de Coronel Olmedo hizo mover voluntariamente a un grupo de socios, pilotos, o simplemente gente que quiere la aviación, a hacer las reparaciones por sí mismo.
Lejos de quedarse de brazos cruzados y de esperar una ayuda oficial que tal vez nunca llegue, fueron estas mismas personas las que este fin de semana recorrieron todo el gran predio de Coronel Olmedo tapando huecos en la pista, rodajes y plataforma, marcando balizas, pintando líneas de demarcación varias, y arreglando diferentes partes del alambrado.
Entre otros trabajos, también se cortó el pasto, y se desmalezaron sectores externos del predio, la muestra más clara del abandono del aeroclub.
El total estado de descuido del principal aeroclub de la provincia de Córdoba ha causado angustia entre los que a diario pisan el aeródromo, y marco que solo en un fin de semana, se hiciera mucho más que en varios años. Esto es algo que puede generar tanto orgullo como vergüenza ajena.
El aeródromo de Coronel Olmedo no son solo aviones que aterrizan y despegan de una pista, sino también es la fuente de trabajo de mecánicos, instructores, y empleados que hacen de cada día una aviación mejor.
Cualquier aeroclub del país y del mundo es el semillero de pilotos de línea aérea, o aquel que apaga incendios, o simplemente el que vuela por placer. Pero esto, no parecen entenderlo todos. Nada importa a las autoridades, y la aviación civil se ve cada día, un poco más castigada en la Argentina.
Las pruebas están a la vista con el cierre de aeródromos, y con decisiones que parecen querer dejar a aviones y a sus pilotos sin alas.

EL AERÓDROMO CORONEL OLMEDO, VITAL EN EL CIELO COMO EN LA TIERRA

El aeroclub Córdoba está situado en el camino 60 cuadras, al sur de la ciudad de Córdoba, y es el aeroclub con más movimiento del interior del país.
Allí conviven cinco escuelas de vuelo que vuelan desde la primera hora de la mañana hasta la última de la tarde. El aeroclub Córdoba (desde 1919 formando pilotos), y las privadas Hangar Sud, Flying Parrot, Alas, y Andrés Brasich.
Desde esas instituciones, salen más de un centenar de pilotos anuales, que luego recalan en las principales compañías del país, y en algunos casos, hasta del exterior.
Coronel Olmedo tiene dos talleres aeronáuticos, una escuela de paracaidismo (CEPAC), y al menos cuatro hangares privados.
Es un aeródromo no controlado, y su pista es de pasto de 1160mts de largo por 50mts de ancho. También es utilizada por aeronaves livianas que hacen las veces de taxi aéreo, y que prefieren evitar las costosas tasas del aeropuerto Taravella, eligiendo operar desde aquí.
Es un lugar de recreación, y cumple una misión social cobijando a quienes eligen la carrera de piloto como estilo de vida. ES LA UNIVERSIDAD DEL AIRE.
A solo tres años de cumplir su centenario, este aeroclub de Córdoba está urgido de soluciones, y pide a gritos que alguien lo ayude a superar esta turbulencia pasajera.