No traemos ninguna novedad, si decimos que la isla de Cuba, es un país quedado en el tiempo, pese a lo maravillosa de su gente.
Sometida a la pobreza hace más de medio siglo, cuando Fidel Castro catapulto (¿para siempre?), a ser rehenes del comunismo, Cuba no vio nunca más el avance del tiempo. Y eso se nota en sus edificios, sus autos, y hasta sus aviones también. Sin ser esto, la secuela más grave del fracaso de este régimen.
La aviación cubana fue de la mano de la amplia relación diplomática con la ex Unión Soviética, que la proveyó durante década de aviones y sus respectivos repuestos.
Esto mucho más magnificado aun, con el bloqueo desde y hacia todo lo que sea tecnología americana.
Así fue que las compañías aéreas tuvieron (y tienen aun), aviones de las fabricas Antonov, Ilyushin y Yakolev, como si fueran moneda corriente, que han tenido más de un accidente en su historia, y que se han ido quedando en el suelo, tras cumplir sus respectivos ciclos de vida.
Para cualquier fanático de los aviones de estas latitudes del sur, lo más cercano a conocer aviones de ese tipo, seria viajar a Perú, o bien cruzar medio planeta hacia algún país balcánico, si el dinero no alcanzara para llegar a Rusia, obvio.
Pero Cuba, es un país diferente en todo. Y a tan solo unas diez horas de vuelo desde Córdoba, también nos deja descubrir esta parte de la aviación.
Ya lo recordaran cuando hace dos años visitamos La Habana y Varadero, y ahora, en esta oportunidad, volvimos a la isla para llegar hasta la ciudad de Santa Clara, y otros lugares fabulosos, como Cayo Santa María.
En la ciudad de Santa Clara, en sí, vimos cuatro aviones preservados, que vamos a conocerlos un poco más en detalle aun.
ANTONOV 24 RV CU-C1257 ex Cubana de Aviación Cargo
Este avión se encuentra frente al estadio de beisbol Augusto Sandino. Y llego al lugar en 2011, tras la gestión de la antigua gobernadora de la provincia de Villa Clara. Voló hasta principios del actual siglo en la filial carguera de la línea aérea de bandera isleña, y ahora funciona como un restaurant y un bar. La barra esta justo al lado de la cabina de pilotos, y dentro del avión, hay algunas imágenes antiguas de Cubana de Aviación. Todavía se huele en el interior de la aeronave, ese aroma a avión del pasado.
Tiempo después a la llegada del Antonov 24, llego también este exótico helicóptero, que años antes había prestado servicios comerciales. Equipado para que niños tengan un vuelo virtual sobre Santa Clara. También puede hacer las veces de cafetería.
A partir del arribo de esta máquina, los locales empezaron a llamar al lugar como “Terminal Aérea del Sandino”.
Para los amantes de los aviones también hay material.
A unos cien metros del avión y helicóptero antes mencionado, también se encuentra esta reliquia soviética. Fue el último avión en emplazarse en esa zona.
Este taxi aéreo como ya lo insinúa el nombre de su ultimo operador, voló hasta hace una década, y en este año, se lo repinto, y se lo preservo en una escuela de niños frente al Palacio de los Pioneros.
Sirve como avión didáctico. Algo parecido a la función del Museo Barrilete en Córdoba.
La ciudad de Santa Clara no solo tiene aviones en tierra. Sino también, en el aire. Su aeropuerto recibe cerca de diez vuelos comerciales diarios (el informe al respecto lo veremos luego), y además es sobrevolada por varias rutas aéreas.
Desde el sector este de la ciudad, por ejemplo, observamos a un Boeing 777 de TAAG Angola, que volaba desde La Habana a Luanda.
Desde el sector este de la ciudad, por ejemplo, observamos a un Boeing 777 de TAAG Angola, que volaba desde La Habana a Luanda.
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