El avión que nos toco, un Boeing 737-700 matricula LV-BZA, y el asiento el numero 10F (ventanilla, sector derecho). El porcentaje de ocupación, apenas de un 45%.
Como comentábamos en el reporte del Boeing 737-500, el mismo avión pero serie -700 ofrece un espacio más que cómodo para nuestras piernas.
Comienza el rodaje hasta cabecera 13, desde donde despegaremos hacia Buenos Aires. Cabe destacar que la noche anterior, Iguazú había tenido una tormenta eléctrica con abundante caída de agua, por lo que aun teníamos algunos charcos en pista.
Rotamos, y en nuestro ascenso comenzamos a ver la enorme superficie que cubre la selva del Parque Nacional Iguazú, con una vegetación y fauna que debería ser cuidada lo máximo posible. Además, desde las alturas pudimos retratar una vista aérea del aeropuerto Cataratas del Iguazú.
Alcanzado nuestro nivel crucero, y luego de sobrevolar lateralmente el limite entre Posadas y Encarnación (Paraguay), el vuelo comenzó a sentir una turbulencia moderada intermitente, y así fue durante veinte minutos, por lo que fue claro notar como la aeronave ascendió a un nivel superior para evitar la misma. Y al parecer esto fue efectivo, porque el viaje comenzó a ser más placentero.
Pasado este inconveniente (normal en cualquier vuelo), se procedió a servir el servicio de catering, por lo que luego de abrir la típica cajita que contiene los productos, nos encontramos una porción de bizcochuelo, un paquete con cuatro galletas de avenena (Cereal Mix), y un caramelo masticable sabor dulce de leche. Para beber, podíamos elegir entre Sprite y Coca – Cola.
Durante el sobrevuelo de la provincia de Corrientes, perdimos seguramente de tomar la mejor foto que pudiéramos haber hecho en largos años de spotting. El momento fue cuando en el medio de un cielo claro, y observando el paisaje de las nubes tranquilamente, cruzamos en sentido contrario a un Airbus A320 de LAN Argentina con destino a Iguazú que nos sobrevoló a solo 1000 pies de altura. Fueron no mas de 3 segundos, en que no hubo tiempo de tomar la cámara, pero si disfrutar de ese regalo caído del cielo. Un espectáculo inédito para este blog.
Momento de iniciar el descenso, y luego de atravesar ajustar nuestro cinturones, empezamos a atravesar una capa nubosa bastante amplia, que nos dejo ver la superficie recién a la altura de Panamericana y Gral. Paz, es decir, en final larga de pista 13. Pudimos fotografiar los estadios de River Plate y Platense.
Aterrizamos, e ingresamos a plataforma. Se termino un viaje con altos y bajos, pero que redondeo otra linda experiencia en el aire.
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