Coronavirus: Un enemigo letal para la industria

Seguramente nadie hubiera imaginado semejante alcance mundial de un virus que inicialmente empezó del otro lado del mundo.
Miles de muertos que empezaron a sumarse en cantidades abismales en diferentes puntos del mundo, terminaron recalando en una pandemia nunca antes vista.
Los efectos son varios: Sanitarios, que obviamente es la mayor preocupación de todas, pero también económicos, impactando especialmente en la industria del turismo.
De la industria del turismo se desprenden varias ramas como todos ya sabemos, y una de ellas, es la aviación comercial.
Día tras día, las compañías aéreas del mundo (desde la más grande, hasta la más chica), han ido suspendiendo y/o cerrando rutas, y dejando progresivamente, a buena parte de sus flotas en tierra, con todas las pérdidas millonarias que esto implica.
Es que la caída de la demanda ha sido abismal. Decenas de países han cerrado parcial o totalmente sus fronteras a fin de seguir evitando la propagación del COVID-19, y esto ha concluido en que los pocos pasajeros que vuelen en el mundo terminen siendo gente que vuelve a sus países de origen.
El turismo ha pasado a ser un gigante en agonía por estas horas, y los denominados viajes de negocios, casi no existen.
Planteado así el cuadro de situación, las aerolíneas tienen como principal reto al momento, nada más ni nada menos que sobrevivir.
Muchas seguramente quedaran en el camino en los próximos meses, otras se achicaran, y la minoría de ellas, manejara el problema con menos dificultades que el resto, gracias a su espalda económica, o al respaldo político gubernamental de cada país.
Sin saber a ciencia cierta, cuando terminara esta pesadilla para el mundo, muchas aerolíneas que vuelan a nuestro país, o internamente en el mismo, han reducido al mínimo sus operaciones.
El aeropuerto de Córdoba ha recibido el impacto como todos los aeropuertos del mundo, pero con el agravante de una crisis económica propia de nuestro país, que ya se venía arrastrando desde varios meses atrás.
La realidad indica que las novedades se van dando casi sobre la marcha, y al momento, los vuelos comerciales en este segundo día de cuarentena (que duraría al menos hasta el 31 de marzo), han sido solo cuatro (Uno desde Buenos Aires, uno desde Panamá, uno desde Rio de Janeiro, y otro desde Santiago).

Los nocturnos de COPA Airlines desde y hacia Panamá, siguen saliendo, aunque al igual que el resto, vienen repletos de argentinos (ya que los extranjeros no pueden ingresar a nuestro país), y salen prácticamente vacíos, con los pocos extranjeros que aún quedan en Córdoba.
La aerolínea dejara de volar desde Córdoba desde el 22 de marzo, ya que el gobierno de Panamá ha decidido cerrar su espacio aéreo para vuelos internacionales que arriben a aquella nación durante el lapso de un mes.

Por el lado de GOL, la aerolínea brasilera también dejara de volar desde el 22 de marzo a Córdoba, aunque el plazo que se puso la misma compañía, es bastante más largo que el resto.
Al menos hasta el 30 de junio, los aviones anaranjados no volverán a aterrizar en Pajas Blancas, salvo, alguna modificación, que no esté en los planes.
Air Europa ha dejado de operar al menos hasta fin de mes (aunque podría extenderse), en tanto que Flybondi, Jet Smart, Norwegian Air Argentina (ahora Jet Smart Regional), ya han dejado de volar a Córdoba hace 48 horas, y sin saber cuándo volverán.

Aerolíneas Argentinas/Austral están cumpliendo de los pocos vuelos autorizados que hay. Uno diario desde Aeroparque, y el domingo se espera otro desde Punta Cana, que traerá argentinos varados en Republica Dominicana, y que de no cambiar nada, será en Airbus A330-200.
Los vuelos del Hub Córdoba, no volverían al menos hasta el 31 de marzo.

LATAM por su parte, ya no vuela a Lima, ni Aeroparque, y se prevé el corte de su ruta a Santiago en pocas horas más.
Como ya es sabido, AZUL y American Airlines también dejaron de volar a nuestra ciudad hace pocos días nomas, aunque más impulsados por la crisis económica argentina, que por el Coronavirus en sí.
El aeropuerto Córdoba vive días históricos, y no por eso felices. Con una crisis que ha dejado desierta la plataforma, salvo algún vuelo sanitario, u otro oficial/militar.

Ni siquiera en la crisis del 2001/2, con la caída de la Torres Gemelas, y el caos del gobierno de Fernando de La Rua (y la posterior salida del 1 a 1), se ha visto algo así. En lo peor época de aquellas crisis, al menos los vuelos comerciales llegaron a ser 5/6, y ahora, en apenas unas horas más, será de 1/2.
Si el aeropuerto pudiera llorar, no hay dudas que lo haría. Pero como no lo hace, las lagrimas por el miedo y la preocupación, caerán de los ojos de los propias empleados aeronáuticos, que ven una agonía sin precedentes en la industria.